De repente mi hijo pide el pecho a cada rato ¿se me fue la leche? ¿es la famosa “crisis de lactancia”? o ¿una oportunidad para aumentar la producción? 

Pasado el primer mes de vida y una vez que la lactancia está establecida, las madres aprendemos a conocer los patrones de alimentación y sueño medianamente estables de nuestros pequeños, conocemos sus señales, sus tiempos y nos adaptamos a sus requerimientos.

Sin embargo, durante la lactancia normalmente pueden darse situaciones en las que todo se desorganiza de forma abrupta, cambian los patrones de alimentación y de sueño. El niño comienza a pedir el pecho con mucha más frecuencia, tanto de día como de noche, lo cual modifica el descanso, observar esos cambios , puede causar alerta, cansancio y desconfianza sobre la producción de leche.

Se le suele llamar crisis de lactancia, ya que muchas madres al ver estos cambios en el patrón habitual creen que su leche ya no alcanza, pero en realidad son una oportunidad para regular la producción de leche y acompañar al niño en sus necesidades básicas y en los cambios naturales durante su crecimiento.

Características de estos episodios de mayor demanda y cambio de patrones:


Se presentan períodos (de 3 a 5 días) en los que los niños abruptamente piden tomar el pecho con mayor frecuencia , a la vez que se los nota más ansiosos al alimentarse, más irritables y tienen más despertares nocturnos.
Pueden ocurrir en cualquier momento de la lactancia.

Si el niño se observa en buenas condiciones, sube de peso y moja pañales de acuerdo a lo esperado, no hay nada de qué preocuparse, es un proceso natural y temporario.

Muchas veces las madres notan, tal vez no en el momento sino unos días después, que estas modificaciones de patrones coincidieron con un pico de crecimiento, un cambio en la rutina, un aspecto emocional familiar que lo afecte, vacaciones, el regreso de la madre al trabajo. , etc.

Es importante tener en cuenta que la producción de leche no disminuye de forma abrupta.

Se cree que su objetivo es aumentar la producción de leche por un desajuste normal entre la cantidad producida y la que el niño necesita. También puede pasar que no lo notemos, sobre todo si nuestro bebé siempre toma con mucha frecuencia.

Para acompañar en estas situaciones de mayor demanda, son claves la información, la confianza, el cariño, el apoyo de los que te acompañan y sobre todo paciencia para estar disponible y permitir que el niño tome el pecho cuando lo pida para que regule la cantidad de leche que necesita por sí mismo.

Más información: Crecimiento (LLL Int’l)

fuente: «El arte femenino de amamantar», LLL Int’l, edición 2017 Liga de La Leche Colombia, págs 187-188.